El periodismo es una profesión de alto riesgo y sino que se lo digan a María José Ramudo, la reportera de TVE que ha sido agredida la pasada madrugada a las puertas de la capilla ardiente de Pinochet.
Un equipo de equipo de Televisión Española se había desplazado hasta la Escuela Militar de Santiago de Chile donde se estaba velando el cuerpo del ex dictador. El equipo fue insultado y atacado por seguidores de Pinochet que les increparon y agrediero. María José Ramudo, enviada especial, trató de seguir informando en una conexión en directo pese a las dificultades.
La reportera ya comenzó su intervención advirtiendo de las dificultades con las que se estaban encontrando con los seguidores de Pinochet ante la indiferencia de las autoridades. "La situación es bastante complicada, los ánimos están bastante alterados. No parece fácil seguir hablando", dijo Ramudo. Entonces, un exhaltado apareció en el plano, arrebató el micrófono a la periodista y dijo: "españoles hijos de puta, vayanse a la mierda". ¡Vaya educación! Se nota que durante la dictadura Pinochet supo inculcar buenos valores en la población.
Poco después, un grupo de partidarios de Pinochet rodeó a la reportera y comenzó a arrojar objetos que ella intentaba parar con la mano que no sujetaba el micrófono mientras trataba de seguir informando. Asimismo, varios seguidores del dictador corearon "que se vayan los huevones" en referencia al equipo de TVE, al tiempo que el mismo agresor que previamente había arrebatado el micrófono a la periodista, tiraba del cable de éste.
Entretanto, la enviada especial de TVE, que aguantó imperterrita los insultos y agresiones y mantuvo la conexión, comentó que "no entendía" que ocurrieran estos sucesos habiendo "carabineros a caballo" para presevar la seguridad en la zona donde trataba de trabajar.
A través de un portavoz, TVE lamentó la agresión sufrida por el equipo de televisión española enviado a Chile para informar a sus telespectadores de la muerte de Augusto Pinochet. Televisión Española ha comunicado que seguirá informando en directo de la situación en Chile tras la muerte de Pinochet.
Solo puedo añadir una cosa, que viva la información libre y la libertad de opinión, pero que nunca se llegue a las manos o a los microfonafos por defender unas ideas ya sean políticas o no.
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