La publicidad más cara de la historia

Muy cara le ha salido la publicidad de su nueva serie de dibujos animados a Cartoon Network, propiedad del magnate Ted Turner, aunque es indudable que ha cumplido sobradamente su objetivo. Las dos empresas responsables de la campaña de publicidad que desató la mayor alarma terrorista en Estados Unidos desde los atentados del 11-M, Turner Broadcasting Systems e Interference Inc, han llegado a un acuerdo con la ciudad de Boston para pagar dos millones de dólares por haber colocado artefactos sospechosos en diversos puntos de la ciudad disparando la histeria colectiva. Este acuerdo, que han alcanzado con diversas agencias estatales y municipales, exime a ambas empresas de cualquier futura responsabilidad civil o criminal en relación a los hechos, según confirmó la fiscal general de Boston Martha Coakley.

El pasado día 31 de enero durante unas cinco horas el pánico se disparó en la ciudad de Boston cuando unos extraños artefactos aparecieron en diversos puntos estratégicos de la ciudad, como puentes o estaciones de metro. La alarma terrorista se desató y despliegue policial fue impresionante, e incluso dos personas -Sean Stevens y Peter Berdovsky- fueron detenidas. Ambos se encuentran el libertad bajo fianza acusados de desorden público.

Se estima que todo este operativo costó a las autoridades de la ciudad un montante total que ronda el millón de dólares. El otro millón que pagaran las compañías se dedicará a financiar seguridad interna del país y otros programas.

En total a Policía encontró más de una treintena de estos curiosos paquetes, que consistían paneles con luces intermitentes y cuya finalidad no era otra que dar publicidad la nueva serie de dibujos para adultos que emite el canal Cartoon Network, una división de la Time Warner, 'Aqua Teen Hunger Force', que cuenta las aventuras de un batido, una caja de patatas fritas y una albóndiga. De hecho, en los paquetes aparecía uno de los protagonistas de la serie, el batido, haciendo gestos obscenos.

Boston no fue el único lugar donde se colocaron estos artefactos que también se encontraron en otras grandes ciudades de Estados Unidos como Nueva York, Los Angeles, Chicago, Atlanta, Seattle, Portland (Oregon) Austin (Texas) San Francisco y Philadelphia, aunque en estos casos no originaron un caos comparable.